Guía definitiva sobre los primeros zapatos de tu bebé
¿Puedo ponerle a mi bebé esos zapatos monísimos desde el principio, o debería llevarlo descalzo los primeros meses? En este post despejamos las dudas sobre cómo, cuándo y de qué manera debe comenzar a llevar zapatos tu bebé.
¿Zapatos para recién nacidos?
Los recién nacidos no necesitan zapatos. Sus pequeños piececitos comienzan a conocer el mundo a través del contacto directo con la piel y moviendo sus deditos con curiosidad. Ponerles un zapato en esta etapa puede dificultar su desarrollo natural si le impide el movimiento y la exploración. Así que, en primavera y verano, ¡lo mejor es llevarlos descalzos! En épocas más frías, con unos calcetines calentitos que no les aprieten es más que suficiente para mantener su temperatura.
Sin embargo, encontramos en tiendas zapatitos monísimos en tallas mínimas, generalmente a partir de la 15 o 16, a los que no podemos resistirnos. Estas tallas corresponden aproximadamente a los 3 o 6 meses de edad. Y aunque todos sabemos que solo sirven para las fotos, te encantan para que tu bebé vaya siempre guapo y conjuntado. ¡Y hay modelos ideales para eventos especiales o ceremonias!
Entonces, ¿cuándo le empiezo a poner zapatos a mi bebé?
El momento clave en el que tu bebé deberá empezar a llevar un calzado más funcional es cuando comience a desplazarse, levantarse y mostrar interés constante por estar de pie, sobre todo si esto sucede en la calle. Muchos pediatras aseguran que la media de edad para empezar a llevar calzado como tal suele estar alrededor de los 18 meses.
En estas edades, la curiosidad por explorar su entorno en vertical hace que unos zapatos adecuados sean esenciales para proteger sus pies de piedrecitas y otros peligros en exteriores. Cuando están en casa, pueden y deben seguir disfrutando de ir descalzos, siempre cuidando la temperatura del ambiente y del suelo, ¡claro está! Si aún no quieres que lleve zapatillas de casa más estructuradas, siempre puedes optar por calcetines con zonas antideslizantes en la parte de la planta del pie.
Unos zapatos apropiados para cada etapa
Según lo que hemos comentado justo antes, el correcto desarrollo del pie depende en gran medida de la elección del calzado. Nuestras propuestas por etapas serían las siguientes:
- Recién nacido: ¡Piececitos al aire! Y como mucho, unos calcetines adecuados a la temperatura exterior son más que suficientes.
- Primeros meses antes de gatear: Continuamos dejando los pies descalzos, pero si queremos completar sus looks con unas merceditas o unos pepitos, estos deben ser de tipo badanitas, sin suela y con la anchura suficiente para evitar cualquier presión en el pie y permitir el libre movimiento de los deditos. Un buen ejemplo serían estos suaves pepitos de terciopelo.
- Pre-gateo y gateo: Esta etapa suele comenzar a los 8-9 meses, aunque se puede alargar hasta más allá de los 12 meses de vida. La prioridad aquí es la flexibilidad del zapato, que debe permitir el movimiento natural de los pies y facilitar el agarre necesario para gatear. Los modelos ligeros con suelas finas y flexibles, que imiten la sensación de estar descalzo, son la mejor opción para fomentar el desarrollo muscular y el equilibrio.
- Primeros pasos: Ahora sí que es imprescindible proteger sus pies siempre al salir a la calle con zapatos que además les proporcionen estabilidad y equilibrio. Los zapatos más adecuados para esta etapa deben estar fabricados con materiales ligeros, flexibles y transpirables. Es bueno que la suela sea fina y que le permita adaptar la pisada a cualquier superficie, como césped o tierra. Los estudios actuales respaldan la idea de que los niños que llevan zapatos flexibles al principio tienden a tener un mejor desarrollo del arco del pie y mejor equilibrio y coordinación.
- Caminantes expertos: A medida que tu pequeño se convierte en todoterreno, los pediatras siguen recomendando evitar los zapatos demasiado rígidos, ya que podrían limitar el movimiento natural del pie. Opta por modelos con punteras espaciosas que permitan el movimiento libre de los dedos, favoreciendo un desarrollo saludable, suelas de goma antideslizantes y cierres adecuados a la edad de cada niño para fomentar su autonomía.
¿En qué me tengo que fijar a la hora de comprar un zapato para mi bebé?
Hay dos elementos imprescindibles a los que hay que prestar la máxima atención: la sujeción del zapato y las zonas de desarrollo del pie.
Importancia de la sujeción adecuada. No solo previene lesiones, sino que también contribuye al desarrollo correcto de la marcha y la postura. Para los más peques busca cierres adherentes que favorezcan su independencia. Lo importante es que se ajusten bien, de forma personalizada, a cada tipo y medida de pie.
Zonas de desarrollo importantes. Las zonas clave incluyen:
- Dedos y empeine: Es vital que los zapatos permitan un espacio suficiente para el movimiento de los dedos. Los modelos con punteras espaciosas evitan la compresión y favorecen un desarrollo adecuado.
- Arco del pie: Suelas finas y flexibles contribuyen a un correcto desarrollo de los músculos del pie, y por lo tanto, también de la postura.
- Tobillo: La sujeción alrededor del tobillo, sin apretar en exceso, es crucial para evitar torceduras y garantizar una marcha estable.
¿Cuándo tengo que cambiar de talla de zapato a mi hijo?
Según las corrientes pediátricas actuales, se recomienda medir los pies de los niños cada tres o cuatro semanas, aprovechando la plantilla del zapato y vigilando el espacio que sobra desde los dedos.
Además, es fundamental conocer las etapas de crecimiento del pie infantil para poder controlar mejor que se esté utilizando la talla adecuada y cambiarla tan pronto como sea necesario, ya que los ritmos de crecimiento de los pies son diferentes según la edad del niño
Ya hablamos del cambio de tallas de forma más extensa en un post anterior, pero en general, las señales más evidentes a las que tienes que prestar atención son las rojeces en alguna zona del pie, sobre todo, en los laterales del pulgar y el meñique o en la zona del talón. Ante cualquier molestia, ¡nueva talla!
En Pisamonas somos expertos en calzado infantil y por eso nuestros modelos atienden siempre a las necesidades de los pies de cada pequeño. Para facilitar tu decisión, incorporamos en cada ficha de producto información detallada sobre sus características, así como fotos y una guía de tallas para que tomes la decisión más acertada. Y, además, contamos con un equipo de atención al cliente que resolverá cualquier duda que tengas, tanto online como en nuestras tiendas físicas. ¡Estamos encantados de ayudarte!