¿Cómo mantener tus botas de tipo australianas como nuevas?
Desde las más sencillas, con las típicas costuras vistas y la suela muy ligera, hasta las más coquetas, con cuello de pelito y lazo lateral o con forro tipo borreguito, los modelos de este tipo de botas para niña y niño que trae Pisamonas esta temporada.
Te contamos los consejos más prácticos para tenerlas siempre listas
Desde que aparecieron las primeras botas tipo australianas no han dejado de estar de moda. Cada año vuelven con fuerza con diseños más novedosos y nuevos pequeños detalles que las hacen únicas.
¡Son una de las favoritas de nuestros hijos y nuestras a la hora de renovar el armario! Porque son calentitas, porque combinan con todo y porque son comodísimas.
Desde las más sencillas, con las típicas costuras vistas y la suela muy ligera, hasta las más coquetas, con cuello de pelito y lazo lateral o con forro tipo borreguito, los modelos de este tipo de botas para niña y niño que trae Pisamonas esta temporada son tan atractivos que no sabrás con cuál quedarte. Estos últimos diseños vienen con lazos y cierres adherentes para que las más peques se las puedan poner y quitar con facilidad y rapidez. ¡Además de bonitas, prácticas!
Y cuando por fin se han decidido por el modelo que más les gusta, llega el día del estreno. Salen de casa con toda la ilusión del mundo y más guapos que nunca. Pero al quitárselas, después de un largo paseo o de juegos con los amigos, resulta que las botas han llegado hechas una pena.
Que no cunda el pánico y antes de cometer cualquier estropicio que no tenga vuelta atrás, sigue leyendo este post, porque te damos los consejos más sencillos y útiles para tener este tipo de botas siempre listas y a punto.
Limpieza por dentro: fuera olores
La mejor limpieza es la que se hace sobre limpio. Eso sí, por dentro, para evitar olores, sí que puedes verter un poco de bicarbonato, frotar y dejar actuar durante la noche. Solo tendrás que sacudirlo por la mañana. ¡Botas listas y perfectas!
Limpieza por fuera: materiales y paso a paso
En primer lugar y lo más importante, evita siempre la lavadora y la secadora. Si quieres que las botas tipo australianas de tus hijos les duren mucho tiempo, tan solo necesitas los siguientes utensilios y materiales:
- Un cepillo para gamuza o de cerdas blandas.
- Una esponja suave.
- Un paño suave, mejor si es de microfibra o algodón.
- Un cepillo de dientes viejo (sólo para limpiar la suela).
- Jabón líquido muy suave (jabón neutro, como el que se utiliza para lavar lana o alguno específico para gamuza o este tipo de botas).
- Un recipiente con agua fría.
¿Ya lo tienes todo preparado? Para las botas fabricadas en tejidos como el serratex, los pasos serían los siguientes:
- Lo primero que hay que hacer es cepillar la bota suavemente con un cepillo de cerdas blandas, desde la parte de arriba hacia la punta de la bota, siempre en el mismo sentido para que no queden marcas. Con esto, lo que haces es retirar el polvillo o la suciedad adherida a la superficie de la bota.
- El siguiente paso, muy importante, es humedecer ligeramente con una esponjita toda la bota con agua fría (¡ojo, solo con agua y sin echarla directamente!). De esta forma, se secarán de manera uniforme y no quedarán cercos o marcas de agua.
- A continuación, haz una mezcla con unas gotas del jabón líquido y una taza de agua fría. Con una esponjita aplícala suavemente por toda la bota, (eso sí, sin frotar mucho para no estropear el material).
- Por último, pasa un paño húmedo por toda la bota para quitar los restos de agua y jabón que hayan podido quedar. Déjalas secar durante 24 horas por lo menos en un lugar que esté bien ventilado y asegúrate de que no están cerca de ninguna fuente de calor como radiadores o estufas. ¡Ni se te ocurra utilizar un secador de pelo para acelerar el proceso! Aunque tengas prisa, estas botas de invierno requieren que las trates con cariño. El calor directo reseca el material y hace que se quede como acartonado, así que ya sabes: ¡paciencia!
En el caso de aquellas botas fabricadas en serraje, te recomendamos que mires nuestro post sobre limpieza de serraje o que mires en nuestra sección de complementos del calzado nuestros accesorios para la limpieza de este tipo de material.
¿Cómo limpio la suela de las botas tipo australianas?
Para limpiar la suela lo mejor es un cepillo de dientes viejo para poder acceder a todos los surcos del piso, sobre todo si se trata de un modelo con suela tipo track todoterreno. Con una solución de agua fría y unas gotas de jabón líquido, solo tendrás que frotar con cuidado de que no se mojen los laterales de la bota y sin demasiada fuerza ¡no hace falta rallar la superficie de la suela para limpiarla!
Una vez quitada la suciedad, pasa un paño seco para terminar de retirar la humedad y los restos que hayan quedado.
¿Y para manchas difíciles?
Habéis ido a comer fuera y una gota de aceite traicionera ha ido a parar a su bota; ha nevado un poco, ¡lo justo para salir a tocar la nieve! y se le han quedado unos cercos blancos alrededor del pie. Son situaciones muy comunes que tienen también fácil solución.
En estos casos, es mejor no hacer pruebas con remedios sacados de Internet como aplicar tiza, lavavajillas o quitagrasas, porque lo más probable es que no funcionen y se queden peor. Intenta mejor añadir unas gotas de vinagre de manzana a la mezcla de agua fría con jabón líquido y hacer hincapié en la mancha sin frotar demasiado y sin olvidarte de aplicarlo a toda la bota para que después se sequen de forma uniforme; o utilizar un producto específico para este tipo de botas que te recomienden en tu zapatería de confianza.
Lo mejor es prevenir
Estos pasos que te hemos contado son clave para mejorar la apariencia de las botas australianas de tu peque y para que le duren mucho tiempo. Pero uno de los errores más comunes que cometemos las madres es querer limpiar el calzado en exceso.
De hecho, lo recomendable es limpiarlas solo una vez al mes o incluso cada más tiempo para que la piel del calzado no sufra. En el día a día, será suficiente con pasar un paño húmedo sin frotar por toda la superficie.
Recuérdale a tu peque que no son botas de nieve y que aunque sean súper prácticas y algunas tengan suela todoterreno, es mejor no meterlas por el barro ni los charcos. ¡Seguro que ella es la primera que previene las manchas para tener sus botas siempre perfectas!